Robótica e Inteligencia Artificial en la la actividad agrícola nacional
La introducción de tecnología puede beneficiar un sinnúmero de labores rurales
La evolución tecnológica es un aspecto fundamental para mejorar la eficiencia en los procesos productivos del siglo XXI. El caso de la actividad agrícola y un sinnúmero de labores rurales pueden beneficiarse con la introducción de tecnología, robótica, Inteligencia Artificial y conectividad.
A partir de diferentes niveles de complejidad y atendiendo la particularidad de cada necesidad y cada suelo, el panorama que se proyecta configura una real oportunidad de crecimiento y desarrollo para nuestro país, atento a una demanda de trabajo cada vez más especializado y la posibilidad de mejorar la competitividad de Argentina en el escenario agrícola mundial.
Andrés Méndez, consultor referente del INTA en agricultura de precisión, afirma en una entrevista realizada por Agrofy News que “lo que demostró el proceso de tecnificación en el campo es que a medida que pasó el tiempo se crearon más empleos. Trabajamos distinto, pero en mayor cantidad: se amplió el rubro y se tornó más especializado”. Se menciona que la actividad agrícola tiende a ser no sólo digitalizada sino también agroecológica, y puede llevarse a cabo en cualquier lugar. Asimismo, Mendez se refiere también a un abordaje inicial diferente en relación a los métodos de cultivo, gracias a la introducción de tecnología. "Lo que está cambiando es el paradigma en el campo. Hoy sembramos en línea, pero se comenzará a hacer metro a metro, en función de la calidad del suelo”.
Hernán Ferrari, coordinador del Grupo Mecanización Agrícola del INTA Concepción del Uruguay (Entre Ríos) explica en otro artículo que la actividad agrícola sigue siendo el segmento menos digitalizado de la economía mundial. Y es justamente en este rubro en donde se identifica una ventana amplia de posibilidades para que grandes empresas, pymes, programadores e ingenieros argentinos, puedan desarrollar nuevas aplicaciones para el sector agrícola.
“Argentina se ubica actualmente en el 13º lugar en desarrollos de tecnologías para el agro de los 194 países que componen la ONU”, revela Mendez. El experto también remarca el gen innovador de la agricultura local al afirmar que Argentina es “el 3º país del mundo en adopción de tecnologías para agricultura de precisión, solo por detrás de dos gigantes en la temática como lo son Alemania y Estados Unidos”. En ese sentido, se destaca que en nuestro país ya hay más de 1.000 robots desarrollando tareas agrícolas. El referente del INTA explica que se tiende a utilizar varias unidades de dimensiones reducidas, interconectadas entre sí, más que un solo equipo voluminoso. Ello configura un trabajo en simultáneo en tareas como monitoreo, control y cosecha. El equipamiento utiliza motores eléctricos auto recargables con energía de origen renovable, y en general se caracteriza por tener un peso liviano que no afecta el suelo por compactación.
Agricultura de Precisión
Juan Pablo Vélez, especialista en agricultura de precisión en el INTA Manfredi (Córdoba), comenta en un artículo de esa institución estatal que inicialmente, el concepto de agricultura de precisión (AP) en la Argentina se refería al manejo de insumos variables por ambientes y de datos extraídos del lote. Luego, comenzó a incluir también a los equipos y al control y medición de la eficiencia de las máquinas. La evolución continúa, posteriormente, con el desarrollo de software con inteligencia precargada para que la máquina tome decisiones sin depender del operario, con alta eficiencia en el curso de las acciones y trazabilidad de los procesos.
Exactitud y control son dos conceptos que giran en torno a la AP. Electrónica, software, geoposicionamiento y mecatrónica son algunas de las implementaciones en etapas diversas como la siembra, el monitoreo o la cosecha en el campo. Con casi ocho millones de hectáreas sembradas con tecnología de precisión, la Argentina se ubica entre los países más tecnificados del mundo para la producción de granos, según reconoce el INTA.
Un documento titulado Agrobótica, escrito por Marcelo Bosch, coordinador de Observación y Promoción de Áreas Emergentes y Transversales del INTA, analiza justamente el uso cada vez más cotidiano de la tecnología en el ámbito agropecuario.
Veléz, por su parte, reconoce un aspecto revolucionario para el campo a partir del desarrollo y aplicación de sensores capaces de identificar objetos, plantas, estado de humedad y nutrición del suelo; variables climáticas como humedad relativa, temperatura, velocidad del viento, lluvia, evapotranspiración actual y potencial, entre otros factores. En suma, se trata de innovar en los procesos con mayor predicción: desde la instancia de recolección de datos, pasando por el procesamiento e interpretación de esa información y, finalmente, la aplicación de insumos.
Un ejemplo de aplicación agrícola es Trakür (en lengua mapuche significa “niebla”), desarrollado por INTA Castelar (Buenos Aires) para el control de plagas en cultivos en invernadero. Se trata de una plataforma autónoma para la aplicación de agroquímicos en invernáculos. El sistema de guiado basa su funcionamiento en la detección electromagnética de una guía que limita su recorrido a un circuito predeterminado según la arquitectura del cultivo.
Detalles constructivos del Trakür - (Crédito: Agroelectrónica INTA)
Entre sus características se mencionan un sistema de monitoreo y alarmas remotas inalámbricas, motor eléctrico de 12V, velocidad de avance de hasta 4,2 Km/h, una cámara opcional para el seguimiento remoto de video de la unidad, y una capacidad de carga de hasta 80 kg.
Trakür, un desarrollo del INTA (Crédito: Revista de Investigaciones Agropecuarias - INTA)
Entre las ventajas que se ponderan de este desarrollo se mencionan el bajo costo de producción (construido con elementos presentes en el mercado nacional), su reducida dimensión (que permite su utilización en invernáculos) y autonomía suficiente para cumplir una jornada de trabajo. Mirá a Trakür en funcionamiento en el siguiente video:
En el ámbito privado, podemos mencionar a Terran, un robot autónomo eléctrico para pulverización selectiva que reduce hasta 90 % los compuestos utilizados. El robot fue presentado en marzo de 2020 en el marco de Expoagro. Cuenta con diseño, fabricación, electrónica, hardware y software 100% argentinos, frutos del trabajo e innovación de la empresa Plantium en Villa Constitución (Santa Fe).
Presentación de Terran en Expoagro 2020 (Crédito: Plantium)
Según consigna la web de la empresa, Terran es reconfigurable y modular ya que cuenta con diferentes opciones de motorización. Puede ser configurado de manera 100% eléctrica con baterías, o bien híbrido junto a un generador naftero o diesel, logrando una autonomía de 8 horas. El robot dispone de mandos a distancia (manuales o automáticos), activados a través de un software para la navegación satelital. En este último caso, explican que utiliza mapas de recorrido relevados previamente, de igual modo que se manejan los equipos agrícolas autónomos como el piloto automático de los tractores, cosechadoras y pulverizadoras, entre otros equipos. Se menciona también que Terran regula desde sus comandos el inicio y la detención de la aplicación del fitosanitario, teniendo en consideración aspectos como el caudal, presión, tamaño y cantidad de gotas pulverizadas.
Robot agrícola desarrollado 100% en Argentina (Crédito: Plantium)
El equipo cuenta con una capacidad de carga de 600 litros y aplicación selectiva, características que le brindan una autonomía de 50 hectáreas por cada carga de depósito. Otro aspecto que también se tiene en cuenta es la usabilidad ya que el trabajo del robot puede ser controlado y monitoreado desde cualquier dispositivo, con o sin internet. Mirá en el siguiente video la trastienda de las instancias de diseño y desarrollo del robot Terran:
