A’seedbot, un mini robot que podría hacer frente a la desertificación.
A’seedbot, prototipo tecnológico de robótica con conciencia ambiental
Esta particular innovación parte de la iniciativa de Mazyar Etihad, que presenta este prototipo tecnológico como su proyecto de graduación en el Instituto de Diseño e Innovación de Dubai.
La propuesta capta la atención por su originalidad, presentada en la sección MENA (Oriente Medio y Norte de África) de la última edición del Global Grad Show en Dubai, uno de los siete Emiratos que conforman los Emiratos Árabes Unidos, cuya capital es la ciudad homónima. El Global Grad Show es reconocido como un evento que alienta a diseñadores de todo el mundo a resolver problemas sociales y ambientales propios del siglo XXI. “Creo que las conversaciones que están ocurriendo ahora tendrán un impacto aún mayor en las aplicaciones en los años futuros”, sostiene Tadeu Caravieri, director del evento, al reconocer la importancia de las innovaciones con conciencia ambiental, y la relevancia de los ámbitos académicos para predisponer un cambio real y tangible.
El problema de la desertificación moviliza la iniciativa de Etihad. “Solo desearía que hubiera más plantas, más vegetación”, afirma este joven desarrollador. A partir de esta idea, se busca aportar un modo innovador, una solución nueva, más fácil y efectiva para hacer frente a una problemática central que afecta a la agricultura.
A’seedbot es un mini robot de unos 20cm de largo, cuya función central consiste en plantar semillas en el desierto. A priori, una propuesta simple de formular pero que persigue un objetivo disruptivo, un cambio significativo para el medio ambiente característico de este grupo de Emiratos: convertir un terreno arenoso inhabitable en un paisaje verde.
Para llevar a cabo su misión, el A’seedbot se desplaza en forma autónoma de un modo sustentable, ya que obtiene su energía a partir de paneles solares distribuidos en su superficie superior, que cargan con la luz del sol durante el día la energía que se almacena en la batería interna. Asimismo, los paneles recogen datos que permiten censar la intensidad del sol.
La autonomía no sólo aplica a su movilidad sino también a su instancia de supervisión, ya que opera sin intervención humana dentro de un radio establecido de 5 km, valiéndose de los datos recuperados por sus sensores de distancia, de movimiento y un efectivo sistema de navegación.
El diseño del robot está organizado en tres áreas funcionales, en relación a la recopilación de datos, la navegación y la instancia de plantación. Dos sensores de ultrasonidos en la parte delantera permiten al robot evaluar el terreno que tiene delante, mientras que una cabeza móvil le permite mirar en varias direcciones para determinar el rumbo adecuado. Cuenta con una unidad de procesamiento interna que ayuda al robot a relevar el terreno, al tiempo que decide los lugares donde plantar las semillas. Una vez definida la trayectoria, unas patas en forma de pala, impresas en 3D, ayudan al mini robot a impulsarse e incluso a cambiar de dirección. Por último, el extremo del aparato se apoya en el suelo, empujando las semillas en el terreno blando de la arena donde el robot lo considere necesario, a partir de la información que le suministra un sensor de humedad del suelo.
Conocé al joven creador y la presentación de su innovador proyecto en el siguiente video:
