El 11 de mayo de 1999, el gigante tecnológico japonés presentaba en Tokio el primer modelo del robot con forma canina.
AIBO fue un semillero propicio para investigar la inteligencia artificial a comienzos del siglo XXI, ya que combinaba a un costo muy bajo y en una única instancia, capacidad de procesamiento, sistema de visión y motores de articulación.
Si bien fueron pensados y comercializados como robots de entretenimiento para entornos domésticos, su uso se extendió también a entornos educativos, siendo adoptados por universidades para investigaciones en torno a la robótica.
A partir del primer AIBO ERS-110 (cuyo valor de venta en Estados Unidos era de U$2.500), la empresa nipona continuó diseñando y fabricando mascotas robóticas, lanzando nuevos modelos año tras año hasta el 2005. Si bien la mayoría de los diseños tenían aspecto de cachorro, se considera sólo a la última versión, la ERS-7, como explícitamente “perro robot”.
Sony Aibo ERS-110 en movimiento:
El desarrollo de AIBO era el resultado de una integración de tecnologías robóticas y multimedia junto con inteligencia artificial, perfilando así a este robot como un verdadero compañero interactivo. Gracias a sensores y una antena camuflada en su cola, el robot diseñado con aspecto canino, evitaba chocar contra objetos y podía generar interacción con su dueño. Era sensible a las caricias, podía reconocer tanto los gestos como la actitud corporal de su amo, contando con gran capacidad de movimientos, equilibrio y flexibilidad.
En relación al software y su programación, AIBO estaba dotado con capacidad de aprendizaje: se configuró como un robot autónomo, que actuaba no sólo en respuesta a estímulos externos sino también de acuerdo a su propio juicio. Entre otras características adicionales del ERS-110 se pueden mencionar: 18 grados de movimientos libres y suaves repartidos entre su boca, cabeza, cola y cada pierna; una tarjeta de memoria para una fácil reprogramación de programas; software modular basado en Arquitectura Open-R y sensores avanzados que permitían mayor autonomía.
En 2006 Sony anuncia su decisión de discontinuar el producto, retirando en forma gradual la atención al cliente y dando de baja el soporte técnico a partir de 2013.