I+D aplicada en un prototipo robótico para estimular ventas y conocer el perfil del cliente
Conocer de primera mano las preferencias de consumo de cada cliente puntual es el anhelo de toda marca. El conocimiento y la información son dos caras de la misma moneda; se trata de un aspecto clave, si desea tener ventas exitosas de algún producto en particular.En otras palabras, conocer el perfil y los gustos del consumidor es un factor decisivo, sobre todo si hablamos de productos de consumo masivo, donde muchas empresas compiten con productos similares dirigidos al mismo universo de consumidores.
La compañía americana Mars Wrigley, un destacado productor a nivel mundial de golosinas con marcas conocidas a nivel mundial como Snickers o M&Ms, ha decidido marcar la diferencia con un desarrollo innovador, para una interacción cercana con sus consumidores e incentivarlos a que compren distintos productos de la marca.
La estrategia elegida sorprende por su original abordaje: se busca un contacto directo con el cliente en el mismo pasillo del supermercado, para activar una venta dirigida por excelencia, sino también recabar las preferencias de compra de ese consumidor y sus gustos en relación a las golosinas.
Se trata de un desarrollo que combina robótica, sensores y marketing. El productor de golosinas hace equipo con otra compañía americana llamada Savioke, como proveedor de tecnología robótica. En la actualidad, el robot realiza una prueba piloto en ShopRite, una tienda ubicada en Monroe, Nueva York. Dentro del local, Smiley deambula cual tótem repleto de las golosinas mencionadas, dispuestas en sus “estantes”, para que los consumidores realicen su compra impulsiva mientras el aparato interactúa con los compradores.
En cuanto a su tecnología, el aparato cuenta con un sensor LiDAR (acrónimo del inglés, Laser Imaging Detection and Ranging) que le permite conducción autónoma, al tiempo que le posibilita la detección de objetos y personas a su alrededor.
En relación al funcionamiento de Smiley, un software integrado dentro del equipo analiza los datos del mencionado sensor, y cuando el robot se cruza con una persona en un rango de 1,5 metros aproximadamente, Smiley la persigue brevemente tratando de interactuar con ella reproduciendo sonidos y avisos en su display, reaccionando a acciones del consumidor.
Asimismo, el dispositivo está equipado con cámaras que pueden registrar dentro de la propia tienda cómo se desenvuelven los clientes en su experiencia de compra. La finalidad detrás de esta observación en particular, y de la prueba piloto en general, es intentar comprender mejor cómo interactúan los consumidores con sus productos más allá de la línea de cajas. Mirá a Smiley en la prueba piloto en el siguiente video:
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