Conocé este cobot especializado en tratar el sistema musculoesquelético de la columna vertebral.
El desarrollo y la aplicación de robots colaborativos se identifica, principalmente, con actividades industriales y de manufactura. Sin embargo, la exploración de aplicaciones en otros entornos gana cada vez más protagonismo. Uno de los terrenos más fértiles de investigación e implementación es el ámbito de la medicina y las actividades vinculadas con la atención y la salud de las personas.
En este caso, podemos mencionar al robot Adamo, definido como el primer robot médico para fisioterapia a nivel mundial.
La empresa desarrolladora Future Sense, con base en Logroño (La Rioja, España) reconoce que el objetivo directriz para ésta innovación tecnológica es mejorar los tratamientos de fisioterapia, mediante la implementación de tecnología de punta en un cobot (robot colaborativo; en este caso, de la empresa Universal Robots), donde confluyen cámaras 3D, sensores, termografía, un compresor de aire y Big Data.
La alta precisión (milimétrica, según reconocen sus creadores) con la que Adamo ejecuta las indicaciones profesionales del fisioterapeuta, se pondera con una de las características más relevantes de este robot colaborativo especializado en tratar el sistema musculoesquelético de la columna vertebral.
El sitio web de la compañía española explica que el concepto de tratamiento que utiliza este cobot se basa en un método de fisioterapia usado ampliamente por los fisioterapeutas, el cual consiste en aplicar presión continua sobre PGM (puntos gatillo miofasciales). Dichos puntos deben ser definidos por el profesional sanitario (Médico o fisioterapeuta), quien así determina la existencia de la patología que pueda ser tratada con el robot Adamo.
Adamo utiliza un brazo robótico de seis ejes con gran capacidad de movimiento articulado, para proveer un tratamiento terapéutico preciso mediante la aplicación de aire comprimido, en un rango de 3 a 7 Bars de presión, el cual tiene el mismo efecto que el del fisioterapeuta aplicando presión con sus manos sobre la espalda del paciente. Mirá a este cobot en acción:
Adamo basa su funcionamiento en un programa informático que controla al robot manipulador, el cual por medio de cámaras instaladas en su extremo, debe primero ubicar en cada sesión los puntos de tratamiento en el paciente (definidos de antemano por el profesional médico), para luego aplicar aire a presión mediante una boquilla de aire comprimido integrada en la punta del brazo robótico.
En la siguiente entrevista, Carlos Jiménez, director de la compañía desarrolladora española, brinda más detalles y explica las claves detrás de este cobot innovador:
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