Un empresa entrerriana desarrolló un robot eléctrico para asistir en tareas científicas en las bases antárticas.
Skúa, Vehículo Terrestre No Tripulado hecho en Argentina (Crédito: American Robotics)
Una empresa argentina localizada en Gualeguaychú, Entre Ríos, llamada American Robotics, desarrolló un Vehículo Terrestre No Tripulado o UGV (“Unmanned Ground Vehicle”, por sus siglas en inglés), diseñado para asistir a los científicos y expertos argentinos que realizan sus tareas de investigación en la Antártida.
El dispositivo denominado “Skúa”, en alusión a un ave antártica, está concebido para operar en las condiciones extremas del clima polar antártico, asistiendo a los investigadores en tareas como mapear la superficie del terreno, examinar grietas subterráneas bajo el hielo, asistir en tareas de rescate y ayudar a estudiar la fauna del continente blanco.
Se trata de una iniciativa encarada por el Ministerio de Defensa, con el objetivo no solo de asistir sino también de disminuir el riesgo que enfrenta tanto el personal científico como militar en las condiciones extremas de trabajo que implican las actividades en la Antártida. En ese sentido, se destaca el hecho que el proyecto ha sido financiado y realizado en conjunto con la Dirección General de Investigación y Desarrollo del Ejército Argentino (DGIyDE), que es el enlace del Comando Conjunto Antártico, según consigna una nota de prensa de la Agencia TSS. La mencionada empresa entrerriana tiene siete ingenieros abocados al proyecto, quienes trabajan en conjunto con pares de la Universidad Nacional de San Juan y del CONICET, para desarrollar software o módulos específicos para el dispositivo robótico.
La primera versión del Skúa se probó en la pasada campaña antártica (Crédito: American Robotics)
En relación a sus características técnicas, el Skúa se destaca por tener un motor eléctrico alimentado por baterías de litio lifo, que le permite alcanzar una velocidad de 10 km/h con una autonomía de 10 horas de uso. El sistema de rodamiento, basado en tracción de orugas, permite el desplazamiento de este vehículo de 295 kg de peso sobre el terreno irregular, con una capacidad de carga útil de 300 kg. Es importante destacar en este punto que la conducción del vehículo puede realizarse en forma manual por control remoto, o trabajar de forma autónoma, guiado por un sistema de Inteligencia Artificial.
Para la comunicación con la base, el dispositivo puede utilizar WiFi, como así también RF, redes 4G, 5G y sistemas específicos de comunicación militar. Posee, además, un sistema de audio bidireccional para la comunicación con personas en campo.
En cuanto a sus dimensiones, este UGV construido con polímeros y acero, mide 1.300 mm de alto, 1.700 mm de largo y 900 mm de ancho, con un ángulo de ataque de 30°, según consigna la propia ficha técnica del dispositivo disponible en la web del fabricante.
Robot de diseño argentino para asistir en tareas de investigación, búsqueda y rescate en la Antártida. (Crédito: American Robotics)
En relación a su equipamiento, el Skúa posee una cámara PTZ de 4mp con zoom de 52x y visión nocturna de 150 mts.; una cámara térmica de 4 km de alcance y una cámara trasera de 4mp. La tecnología aplicada al sistema de navegación del vehículo incluye un sensor LiDAR 3D de estado sólido, antena GPS y sensores anticolisión. Se contempla también un georradar para mapear el subsuelo, detectando huecos con aire debajo de la nieve, su tamaño y profundidad, con el objetivo de evitar caídas. Asimismo, se le pueden instalar diversos sensores al robot para monitorear diferentes aspectos del ambiente antártico como temperatura, presencia de gases, humedad y ph, entre otros parámetros, según las necesidades de cada misión.
Cabe mencionar que el proyecto Skúa fue ganador del concurso Neofutura, organizado por el sitio Periferia, en la categoría Tecnología para la Defensa.
En una nota de la agencia de noticias Télam, uno de los directivos de la compañía argentina explica que la experiencia acumulada en la primera versión del Skúa, durante la campaña antártica el verano pasado, fue fructífera para modificar o corregir diversos aspectos del dispositivo que se estará empleando en la campaña antártica de este próximo verano. En ese sentido, se mencionan algunas mejoras de diseño que permiten hacerlo un 50 por ciento más grande, ensanchar sus orugas, aumentar su ángulo de despeje, mejorar el sistema de calefacción interno y hacerlo aerotransportable.
Conocé más características de este Vehículo Terrestre No Tripulado en el siguiente video:
