Combinación de un vehículo autónomo, sensores, IA y drones para recoger diferentes tipos de frutas.
Para este desarrollo tecnológico, una joven compañía israelí fundada en 2017 llamada Tevel Aerobotics, parte de una necesidad del sector agrícola y de una realidad que se verifica (y se profundiza) año tras año: la dificultad que enfrentan los productores rurales frente a la escasez de mano de obra para labores de cosecha fina o tareas de recolección dedicada, que demandan un uso intensivo de mano de obra por temporadas.
En muchos casos, sucede que la cantidad de jornaleros contratados no alcanza para realizar una recolección en tiempo y forma de la fruta en cuestión, generando un impacto económico negativo en el rendimiento de la cosecha, muchas veces con la fruta recogida tardíamente, o directamente que no se llega a recoger y se pudre.
Según datos suministrados por la propia empresa en su sitio web, para 2050 la población mundial se pronostica aumentará un 40%, por lo que será necesario duplicar la producción de frutas para abastecer una demanda global creciente.
La solución tecnológica identificada como FAR (por su siglas en inglés, Flying Autonomous Robots, Robots Autónomos Voladores), consiste en un vehículo autónomo principal que acompaña dos parejas de drones cableados. A su vez, cada drone está dotado de un brazo robótico que acciona sobre la fruta del arbusto, imitando un movimiento de rotación de la mano humana, para extraerla y depositarla en el contenedor madre.
FAR combina diferentes tecnologías y robótica en un desarrollo innovador (Crédito: Tevel Aerobotics Technologies LTD)
En relación a la tecnología aplicada, la Inteligencia Artificial desempeña un papel clave para el éxito de toda la operación robótica automatizada. Se utiliza un algoritmo de reconocimiento de imagen para identificar el grado de madurez de la fruta y clasificarla por tamaño. Otro algoritmo se emplea para calcular la trayectoria más adecuada y ejecutar el movimiento del brazo robótico para recolectar la fruta, calculando al mismo tiempo la presión justa que tiene que ejercer para arrancar el fruto sin dañar la planta. Se utiliza otro algoritmo para analizar el árbol o arbusto y gestionar el funcionamiento de este verdadero equipo de robots para que trabajen en forma coordinada y eficiente.
Entre sus ventajas, la empresa pondera que se trata de una plataforma bajo demanda cuyo servicio es escalable, puede desplegarse en cualquier lugar, incluso con un régimen de trabajo nocturno. Asimismo, se destaca el valor agregado de un sistema de gestión más fácil de las principales variables de la cosecha, incluyendo el tipo de fruta cosechada, las cantidades recolectadas, el peso, tiempo y costo, entre otras. Tevel consigna en su sitio oficial que planea iniciar en 2023 pruebas piloto de su plataforma autónoma en España, Estados Unidos e Italia en plantaciones de manzanas con más de 100 hectáreas.
Mirá este equipo de robots en acción en el siguiente video:
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